La basura se convirtió en un problema global. Ríos, pueblos y caminos cercanos se convierten, cada día, en tiraderos públicos.
Como si fuera un asunto ajeno, que no nos corresponde, seguimos esperando que las autoridades resuelvan el problema. Las familias arrojan a las barrancas, los individuos en las calles, y el río Yautepec arrastra toneladas de plásticos en la época de lluvias hasta llegar al mar.
Tratar de resolver qué hacer con nuestra propia basura ha pasado a ser una acción necesaria.
Pequeñas acciones, como reunirse y limpiar de desechos plásticos los alrededores, tiene sentido.
Vecinos de Itzamatitlán juntos en un día de limpieza. Tiene sentido hacer algo. 26 jul. 09
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